HISTORIA
Hace mucho tiempo, en las tierras bañadas por el Nilo, se alzaba el reino de Egipto. Entre las deidades veneradas por los antiguos egipcios, Sekhmet ocupaba un lugar prominente. Era conocida como la diosa de la guerra, la venganza y la enfermedad, una figura temida por su brutalidad y sed insaciable de sangre.
Cuentan las leyendas que Sekhmet era la hija de Ra, el dios solar. Su apariencia era la de una leona salvaje, una criatura poderosa y feroz capaz de desatar la destrucción sobre aquellos que desafiaban su ira. Su dominio abarcaba tanto el sol radiante como el caos desenfrenado que podía desencadenar.
El mito de Sekhmet relata una época en la que la humanidad se rebeló contra Ra y desató su cólera en la forma de la diosa leona. Su ferocidad era tal que nadie podía detenerla, ni siquiera los dioses. En su ira desmedida, amenazaba con aniquilar a la humanidad y sumir al mundo en la oscuridad eterna.
Desesperados por encontrar una solución, los dioses tramaron un plan para engañar a Sekhmet y aplacar su furia. Con astucia, Ra vertió grandes cantidades de cerveza teñida de rojo en el Nilo, simulando una inundación de sangre. Creyendo que era sangre humana, Sekhmet se abalanzó sobre el líquido, bebiendo con avidez hasta embriagarse y caer en un profundo sueño.
Este ingenioso engaño logró calmar a Sekhmet y salvar a la humanidad de su ira desmedida. Sin embargo, no debemos olvidar que esta diosa también poseía un aspecto benévolo y sanador. Sekhmet no solo era la personificación de la muerte y la destrucción, sino también la guardiana de la vida y la curación.
Se dice que, bajo su faceta protectora, Sekhmet poseía el don de la curación. Era capaz de traer la salud y el bienestar a aquellos que la invocaban con devoción y respeto. Su presencia era considerada un escudo contra las enfermedades y un faro de esperanza para aquellos que buscaban su ayuda.
En resumen, la diosa Sekhmet encarnaba la dualidad de la vida y la muerte, la ferocidad y la compasión. Su historia nos recuerda que incluso las figuras más temibles pueden albergar un aspecto benevolente. Su papel en la mitología egipcia es un testimonio de la complejidad de las deidades y su relación con los seres humanos.
HABILIDADES ESPECIALES
CORONA SOLAR
Sekhmet convoca su ira divina y desata una Corona de Fuego Solar sobre el campo de batalla, causando un intenso daño a todos aquellos que se encuentran dentro de su alcance. La habilidad es capaz de infligir Quemar y Debilitar a los objetivos, dejándolos en un estado vulnerable. La Corona Solar es una impresionante manifestación de la ira de la diosa, que ilumina el campo de batalla con su fulgor ardiente y envuelve a los enemigos en llamas.
IRA DEL CAOS
Sekhmet, la diosa de la guerra, convoca su poderoso Caos y desata una esfera impredecible y caótica que hace temblar a sus enemigos. La esfera no solo inflige daño, sino que también inflige Silenciar y Debilitar a los oponentes, sembrando la destrucción y el caos a su paso. Esta habilidad evoca la imprevisibilidad del Caos, ninguno de sus enemigos puede estar preparado para la furia imparable de Sekhmet. En la batalla, la esfera de energía caótica aparece en las manos de Sekhmet y es lanzada con fuerza hacia sus enemigos, desatando su destructivo poder.
LUZ DEL JUICIO
La diosa Sekhmet canaliza su poder divino y libera un intenso rayo de luz solar llamado "Luz del Juicio", que ilumina el campo de batalla. Los enemigos se ven afectados por la deslumbrante intensidad de la luz, siendo privados de sus potenciadores y dejados en un estado de desorientación. Por otro lado, los aliados son purificados de sus despótenciadores y sanados por la energía curativa del sol. La habilidad se ve como un haz de luz dorada que desciende desde el cielo y llena el campo de batalla con su brillo cegador.
IRA DE SEKHMET
Sekhmet, la diosa de la venganza, convoca el poder del caos y la ira para otorgar a sus aliados la Furia de Venganza, una bendición que aumenta su fuerza y velocidad en la batalla. Pero la naturaleza impredecible del caos también puede infligir Frenesí a sus aliados, volviéndolos invencibles en el campo de batalla. La diosa se hace presente en el campo de batalla en forma de una leona dorada, rugiendo fuerte mientras que sus rayos de energía descienden sobre sus aliados, envolviéndolos en una aura de furia y venganza. Nadie puede escapar de la ira de Sekhmet.
PREDADORA DIVINA / SALVAJE
Sekhmet convoca su poder divino y se transforma en una majestuosa leona, potenciando su fuerza, velocidad y precisión en el combate cuerpo a cuerpo. Sus garras se vuelven afiladas como cuchillas, arrasando con sus enemigos y provocando estragos en el campo de batalla. Aunque, la forma de la diosa también disminuye su capacidad mágica y su defensa contra los ataques mágicos, pero se vuelve inmune a cualquier buff y debuff, excepto Sed de Sangre. La habilidad cambia de nombre a Predadora Divina cuando Sekhmet se encuentra en su forma salvaje, y se revierten los efectos de la transformación.
SED DE SANGRE
¡Sekhmet, la diosa de la guerra, desata su sed de sangre cuando toma su forma de Predadora Salvaje! En este estado, la diosa felina se lanza sobre sus enemigos con garras afiladas y una fuerza sobrenatural. Con su habilidad "Sed de Sangre", Sekhmet bebe la sangre de un enemigo asesinado para otorgarse un poderoso aumento en su fuerza y defensa física, al mismo tiempo que recupera parte de sus puntos de salud. ¡Los enemigos deben temblar ante la sed implacable de Sekhmet, la diosa cazadora de la guerra!
RUGIDO DE BATALLA
Sekhmet, en su Forma Salvaje o Divina, puede hacer temblar los cimientos del campo de batalla con un rugido ensordecedor que infunde miedo en el corazón de sus enemigos. Este ataque aterroriza incluso al más valiente guerrero, obligándolo a reconsiderar su decisión de enfrentarse a la poderosa diosa de la guerra. El sonido de su rugido se extiende por todo el campo de batalla, resonando en la mente de los combatientes y recordándoles la terrible fuerza que posee la diosa.
HABILIDADES NORMALES
GOLPE DE IRA
Sekhmet canaliza su ira divina en su baculo, desencadenando un golpe poderosos contra sus enemigos, infligiendo daño considerable
RESPLANDOR DIVINO
Sekhmet libera su ira divina, convocando una explosión de energía ardiente que abrasa a sus enemigos a lo lejos, infligiendo un daño considerable.
GARRA SANGRIENTE
Sekhmet se transforma en su forma de Depredadora Salvaje, canalizando toda su ferocidad en un único golpe. Con un rugido ensordecedor, lanza un poderoso zarpazo que destroza a sus enemigos, causando una herida profunda y sangrado. Los enemigos temblarán ante la vista de Sekhmet en su forma más letal.